Una vez más, cuesta comprender las decisiones de quienes están detrás de las traducciones de los títulos de series y películas en España. Un título en su versión original tan sencillo como I Love Dick, que hasta quienes no saben inglés llegan a entender, que es traducido al español con una frase larga que no se corresponde con lo que sucede en la serie. El terrible y destructivo título Mis experiencias sexuales con Dick (I Love Dick, Joey Soloway, 2016), se corresponde con una miniserie de televisión en la que la ironía se siente desde su primera secuencia, y la rapidez con la que comienza la narración nos traslada de Nueva York a un pueblo de Texas en el viaje que realiza un matrimonio que comienza una nueva etapa de vida cuando conocen a Dick, un profesor que tiene el reconocimiento suficiente como para que el pueblo entero sea de alguna manera una representación de su trabajo y de sí mismo.

Una banda sonora que funciona a la perfección con una narrativa que difiere a como se estructuran en general las series, y que aquí no nos deja adivinar qué es lo próximo que vamos a ver y cómo lo veremos representado. Esta estructura tan desigual es lo que convierte a la serie en un proyecto personal que parece más un ensayo que una serie de ficción, y cuya creatividad también se muestra en la elección de la música, que presenta canciones de la cantante Lhasa de Sela junto a la de otras artistas como Rodrigo y Gabriela, Calexico, Barbatuques o Mirah, que funcionan para introducirnos de lleno en el caos que vive esta pareja y en lo que supone la llegada del personaje de Dick para ellos. La originalidad con la que se desarrolla la historia tiene el sello de la escritora Chris Kraus, quien escribió la novela, y de la directora de la serie, Joey Soloway; así como las excelentes interpretaciones entre las que la actriz Kathryn Hahn está sensacional, y a la que acompañan también Kevin Bacon y Griffin Dunne en papeles protagonistas que terminan de crear una serie de televisión diferente.

La carga sexual que se crea en torno al personaje de Dick es esencial para la historia que se quiere exponer. La serie nos lleva a conocer, no solamente a los tres protagonistas, sino también a unos personajes femeninos que aportan sus historias personales y reflexiones, aunque estas tengan un peso menor. A través del humor se crea esta serie de televisión con mensajes que critican a la sociedad y miran hacia la sexualidad de cerca. Una sociedad que se mueve en torno a la masculinidad —como aquí sucede con el personaje de Dick como eje principal—, pero en la que ahora es el deseo femenino lo que realmente importa y no el hombre y su interés sexual. Y es que el hombre no es más que una figura (objeto) que hace que el deseo tenga lugar en la mujer protagonista (sujeto), ¿no os suena esta historia pero al revés?


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