⇓ SPOILERS A CONTINUACIÓN ⇓
En la noche del 30 de agosto comenzaba la cuarta temporada del programa de radio ‘El Faro’ que tenía como invitado/gatopardo a un desconocido para muchos de nosotros pero que resultaba ser el jefe de guionistas y creador de la serie La casa de papel (Álex Pina, 2017). Javier Gómez es periodista, presentador de televisión y guionista y dejó en ese programa de radio varios momentos para la reflexión. Cuatro días después de esa entrevista se estrenaba la quinta temporada de la serie que ha arrasado en todo el mundo gracias a su reproducción en la plataforma Netflix. La casa de papel ha vuelto con un primer bloque compuesto por seis episodios y dejando un segundo bloque de episodios que se estrenarán en diciembre de este mismo año.
Tras el final de una cuarta temporada en la que se volvió a poner encima de la mesa a un personaje antagonista del profesor que a su vez era una apuesta para ganar al cerebro del atraco, se retoma de nuevo un robo y una trama que se está alargando temporada tras temporada. Las vidas pasadas de algunos de los protagonistas vuelven a ser el complemento a este robo que ya parece interminable y que tiene que hurgar en el pasado de sus personajes para completar su narración. Dos historias en tiempos distintos que se entrelazan queriendo buscar la calma en uno de sus relatos a pesar del exceso que ofrece su segunda y principal historia. Un equilibrio buscado que no parece encontrarse y con el que se sigue queriendo hacer protagonistas a personajes que por interesantes que fueran en su momento, resultan cada vez menos creíbles y van perdiendo interés en cada temporada que pasa.
La acción vuelve a ser el elemento fundamental para que el espectador siga con intriga y tensión cada secuencia de la serie pero sobre todo, para que el nivel que hasta ahora ha ido subiendo en cada temporada, siga en alza hasta el punto de que el espectador no solo no se despegue de la serie sino que además, el resultado sea que le satisfaga al menos de la misma manera que lo hicieron sus anteriores temporadas. Y precisamente por esto anterior es de lo que peca esta primera parte de su quinta temporada, que la exageración constante tanto en la narrativa como en las escenas de acción de cada secuencia para conseguir mantenerte siempre en vilo al espectador, así como el aprovechamiento de un atraco que lleva tres temporadas teniendo lugar pueden hacer que se rompa la cuerda.
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