Póster de la serie Las chicas Gilmore (Gilmore Girls, 2000) creada por Amy Sherman-Palladino

Las chicas Gilmore, el refugio televisivo eterno

Llega el otoño y aquellos que se enamoraron de las vidas y relación de esta madre y su hija vuelven a adentrarse en Stars Hollow en esta época. Las chicas Gilmore (Gilmore Girls, Amy Sherman Palladino) cumple 25 años desde que se estrenó su primera temporada en el año 2000, pero sigue estando más de moda que nunca. Algunos empezamos a verla ahora y, en un mundo real que cada vez se hace más áspero y nocivo de habitar, la serie se vuelve un lugar acogedor y humano que termina siendo hogar mientras la estamos viendo.

La forma de ser de Lorelai y Rory, madre e hija respectivamente, es el plato fuerte de una serie que resalta también por la idea de comunidad que tiene lugar en este pequeño pueblo americano. Las relaciones familiares y de amor que van sucediéndose a lo largo de las siete temporadas que tuvo la serie son también parte de su plato fuerte. Como con muchas otras, se estiró demasiado el chicle y seguramente sean sus primeras tres temporadas las mejores de toda la serie.  

Café, amistad y libros: la esencia de Stars Hollow

La obsesión de Lorelai con el café y que termina heredando también Rory, personajes tan peculiares como Kirk o las reuniones habituales de los habitantes del pueblo son lo que vemos en cada temporada. Las parejas de cada una de ellas también son uno de los intereses de la serie, así como la relación con los padres de Lorelai y esa diferenciación de clases que, a pesar de ello, no es impedimento para que construyan un vínculo familiar con el tiempo. 

También las amistades que mantienen ellas, que no son numerosas pero son las suficientes para describir lo que son los amigos. La química entre los personajes y esa forma de gestionar los problemas tan peculiar nos describen así las vidas sencillas que tienen en el pueblo. La serie destaca también por las constantes menciones a la cultura y la importancia que se le da a la lectura con personajes como Rory o Jess que aprovechan el tiempo que pueden para leer —quizás ellos fueron quienes dieron la idea al concepto “Reading is sexy”—. 

La historia de independencia de esta mujer que tuvo a su hija con 16 años y la ha criado sola sin apoyo familiar o de pareja termina siendo un referente para otras mujeres. Y lo mismo sucede con su hija, quien vamos viendo cómo va creciendo y cambiando desde su etapa en el instituto y la de la universidad. 

El legado y el revival de Las chicas Gilmore

Aunque su creadora Amy Sherman-Palladino parece describir en repetidas ocasiones a sus personajes masculinos como celosos, o trata de manera ingrata al personaje de Jess quien no es comprendido por ninguno de los personajes que le rodea; es interesante ver las distintas relaciones amorosas que se forman a lo largo de las temporadas. 

Él éxito de la serie —y seguramente también la visión de Netflix de monetizar una vuelta de esta— hizo que se estrenara un revival en el año 2016 con Las 4 estaciones de las chicas Gilmore (Gilmore Girls: A Year In The Life, Amy Sherman-Palladino). Cuatro episodios en los que volvieron la mayoría de los personajes para recuperar las historias de estas dos mujeres y caminar de nuevo por este pueblo viendo la situación actual de sus habitantes con cierta nostalgia. Un regreso que sería esperado por muchos, pero que sigue haciendo que quienes deciden volver a ver la historia de esta madre e hija, acudan a la serie original. 

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🎬 Si te interesan las historias sobre lazos familiares y crecimiento personal, no te pierdas la película Brooklyn.

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