La serie que es número uno en Netflix en los últimos días es Animal (Víctor García León, 2025). Esta se compone de nueve episodios cortos que hacen que se vea rápido, y en los que se cuenta la vida de un veterinario que vive en el rural gallego.
El hombre se encuentra en plena crisis laboral y personal, y su sobrina le consigue un trabajo en una tienda de animales. Siendo veterinario de los ganaderos del pueblo y en la tienda, vemos la diferencia drástica entre el trato que le damos los humanos a los animales del campo frente al exceso de preocupación y dinero con el que tratamos a otros animales.
Una sátira sobre el trato desigual a los animales
En el primer episodio se aprecia la diferencia en nuestra actuación según el tipo de animal y el lugar en el que está. Por un lado, animales del campo como las vacas que llevan una señalización grapada a la oreja y viven hacinadas en espacios reducidos que sirven para alimentarlas rápido y poder ser consumidas por el humano. Y por otro lado, mascotas de todo tipo a los que sus dueños miman demasiado hasta el punto de llegar a resultar ridículos en sus preocupaciones o en su trato a los propios animales.
Este mundo de contradicciones, injusticias y sinsentido se aprecia al inicio, pero pronto se dispersa cuando nos adentramos en la vida del veterinario, y en tono de humor se nos lleva de un lado a otro en un relato que se mueve entre la familia y el trabajo.
Un veterinario atrapado entre dos mundos
Con un protagonista inseguro, cínico y cansado de las injusticias del mundo, Animal retrata varias realidades chocantes que hemos normalizado en la sociedad. Una de ellas, por ejemplo, es la corrupción en las instituciones y el maltrato animal que se deriva de este soborno —aunque la serie lo hace de forma suave y termina templando mucho el tema en su desarrollo—.
El rural y la ciudad se mezclan en una serie que pretende reírse de las incongruencias que nos rodean y que hemos aceptado sin haber reflexionado sobre ellas. Animal está hecha para todos los públicos y, aunque tiene a los animales como foco principal, deja otros temas que conciernen a estos seres vivos a un lado. Y es que, hubiera sido interesante que siendo que se mira al rural gallego, se describiera el constante abandono y maltrato a los animales que se ve en los pueblos de Galicia. Una situación que por desgracia —sobre todo para los animales que lo sufren—, sus habitantes han aceptado con resignación.
El humor y la ironía como motor de la historia
El actor Luis Zahera deja a un lado los papeles de chungo que tanto le han perseguido a lo largo de su carrera para interpretar a un hombre cuya ironía será la protagonista de la serie. Su personaje dice tener un amor por los animales que es el que parece que le hace luchar por mantener su trabajo de veterinario en el rural —aunque, en algún que otro momento, esto sea algo cuestionable—.
La relación tío-sobrina será la que guíe las historias de la serie Animal con unos secundarios que ayudan a crear la comunidad en la que se mueven. Pese a todos los temas que describe sin llegar a ahondar mucho en ninguno en concreto y pasando más bien por encima pero sin mojarse en ellos, hay una moraleja clara. El ser humano no quiere oír la verdad y preferimos escuchar lo que nos es agradable, aunque esto no sea cierto. Pero, ¿qué es la verdad cuando estamos creando una sociedad que cada vez admite, acepta y normaliza más la mentira?
📌 Puedes encontrar más información sobre Animal en Netflix.
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