Basta con ver la primera secuencia de su episodio piloto para darnos cuenta de que estamos ante una serie con una historia terriblemente dura en la que su elevada tensión y su magnífica puesta en escena nos hará sentir el miedo y la angustia de que el mundo pueda llegar a convertirse en esa sociedad tan distópica y extremista que se representa en El Cuento de la Criada (The Handmaid’s Tale, Bruce Miller, 2017).

Elisabeth Moss, la actriz de la serie Mad Men (2007) que fue haciendo de su secundario personaje uno de los más famosos de la serie de Matthew Weiner, es aquí la sufrida protagonista de este drama basado en la novela de la canadiense Margaret Atwood, en el que la dictadura se asienta en un mundo moderno y cosmopolita que ve cómo la sociedad se rige por un estado fascista con unos valores estrictos en los que la mujer queda relegada a un segundo plano y sufre todo tipo de vejaciones cuando es adoctrinada para convertirse en simplemente un vientre para los problemas de fertilidad que sufre la sociedad.

Gracias a los continuos flashbacks a momentos del pasado de su protagonista conocemos más la vida que llevaba y vemos el fuerte contraste que hay con el presente tan demoledor que vive y que produce más pavor al espectador. Y es que podemos reconocer rápidamente el drástico cambio que una sociedad como la nuestra puede sufrir en tan sólo un momento. Afortunadamente, el ahogamiento de su primer episodio va perdiendo fuerza conforme va finalizando, dando algo de esperanza a las vidas de estas mujeres que parecen querer convertirse en historias de supervivientes en un mundo totalitario, ¿descenderá entonces la intensidad angustiosa de la serie a partir de su segundo episodio?