La artista Selena Gomez protagoniza un documental que gira en torno a su persona y que se centra principalmente en hablar de ciertos temas personales con los que pretende ser inspiración para sus seguidores o aquellos que vean el reportaje. Selena Gomez: Mi mente y yo (Selena Gomez: My Mind and Me, Alek Keishishian, 2022) es un viaje en el que acompañamos a la joven cantante en estos últimos años en los que ha sufrido varios problemas de salud que el documental describe como un camino hacia la recuperación de la artista. No por ello dejamos de ver la comodidad de vida que tiene a pesar de los problemas emocionales y de salud que comenta, y un ejemplo de ello es el séquito de gente que le arregla a primera hora de la mañana y le acompaña a todos los sitios o cómo no es un impedimento para ella el poder pedir comida tailandesa a las 7 de la mañana y que se la traigan a domicilio.

Esta joven empresaria y activista utiliza su popularidad para expresar y normalizar los problemas que tiene a través del documental y con ello pretende ayudar a aquellos que estén pasando por lo mismo. Selena Gomez reconoce públicamente su lucha por mejorar su salud mental dada la depresión y ansiedad que sufre así como otras enfermedades y problemas que padece como su reciente trasplante de riñón, el lupus o su trastorno bipolar. De ellos habla aquí mientras acompañamos a la cantante por sus giras alrededor del mundo, sus viajes personales y algunos momentos de su privacidad con los que parece querer expresar libremente lo que siente.

Los documentales tienden a mostrar composiciones variopintas en muchas ocasiones. A veces suelen detenerse y profundizar en momentos muy personales que como resultado no aportan mucho a lo que quieren resaltar o se centran demasiado en momentos prescindibles. Ese es el caso de Selena Gomez: Mi mente y yo, que viene y va por momentos muy íntimos de la cantante produciendo un batiburrillo de sentimientos en el espectador. El reportaje nos lleva a vivir choques culturales como su experiencia en Kenia seguida de la locura de los paparazzis persiguiéndole en Londres o las reflexiones que ella misma realiza continuamente ante lo que le va sucediendo detrás del escenario. Tras su visionado, lo más evidente es el producto en el que han convertido a un ser humano y cómo sacan rentabilidad y beneficio a su figura a pesar de los problemas de salud que sufre desde hace años.