La han apodado ‘Notorious RBG’ —nombre que han elegido comparándola con el del rapero Notorious B.I.G.—, es todo un icono pop en el mundo y a sus 85 años, Ruth Bader Ginsburg sigue ejerciciendo como jueza de la Corte Suprema de los Estados Unidos. El documental RBG (Julie Cohen, Betsy West, 2018) repasa la vida de una mujer apasionada de su trabajo, valiente a pesar de los impedimentos que ha tenido en el camino y luchadora defendiendo sus principios en todo momento.
Si bien Ginsburg ha sido siempre una figura relevante y un símbolo de resistencia desde sus inicios en los años 70 y 80 cuando fundó la ‘Unión Estadounidense por las Libertades Civiles’ y se convirtió en la segunda mujer jueza en entrar a formar parte del Tribunal Supremo de los Estados Unidos, actualmente sigue siendo un personaje destacado al que los medios de comunicación estadounidenses siguen de cerca por su continua lucha por conseguir la igualdad de derechos entre todos los seres humanos. En la ficción también hemos podido conocer más sobre ella en la película Una cuestión de género (On the Basis of Sex, Mimi Leder, 2019), en la que la actriz Felicity Jones da vida a la jurista en uno de sus casos más mediáticos dentro del Tribunal Supremo.
El documental RBG comienza mostrando al mundo la reputada fama de la jurista y continúa regresando a su pasado para relatar la educación que recibió por parte de sus padres —destacando los sabios consejos de su madre—, el apoyo incondicional que tuvo de su marido —quien estudió también derecho y con el que construyó una idílica y longeva relación—, así como repasando los casos con los que trabajó para demostrar a los jueces blancos la importancia de erradicar la discriminación de género que afectaba tanto a mujeres como a hombres.
Los propios testimonios de Ruth Bader Ginsburg en el documental relatan la continua exposición a la que estaban expuestas las mujeres frente a los hombres dentro del ámbito legal y la existencia de leyes discriminatorias que perjudicaban a mujeres y grupos minoritarios. Asimismo, este reportaje también nos muestra su lado más personal, con imágenes de los entrenamientos deportivos que realiza con su entrenador personal o demostrando el sentido del humor que tiene, del que somos testigos viendo cómo se ríe de la imitación que hacen de ella en el programa Saturday Night Live. Sin ser un documental innovador y con una narración muy lineal, RBG se convierte en una crónica sencilla que se hace grande gracias a su protagonista y sirve para conocer mejor a la mujer que ha hecho el mundo más feminista y menos discriminatorio, demostrando que se necesitan más personas como Ruth Bader Ginsburg para que la sociedad sea más justa e igualitaria.
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