A veces cuando una serie es renovada por una segunda temporada sin haberse estrenado en antena ningún capítulo suele ser por algo. Killing Eve (Phoebe Waller-Bridge, 2018) es una serie compuesta por ocho episodios que están protagonizados por la actriz detrás del personaje de Cristina Yang (Anatomía de Grey), Sandra Oh y la joven británica Jodie Comer. Ambas en los papeles de detective y asesina respectivamente crean una deliciosa e inquietante relación en donde sorprenden las personalidades tan peculiares de sus personajes y el puro humor negro con el que este thriller se desarrolla.

Ambientada en Londres pero recorriendo otras ciudades en países como Alemania, Rumanía o Rusia debido a que el personaje de la asesina se mueve por el mundo dejando cuerpos por donde va, la originalidad de la serie y la representación que en ella se hace de dos personajes femeninos que siendo detective y asesina rompen con los esterotipos que el cine y las series han creado, es lo que hace a Killing Eve tan atractiva. El sentido del humor y la humanidad que tiene la joven asesina a pesar de no tener ningún tipo de remordimiento con los descabellados asesinatos que comete, o la obsesión con las asesinas femeninas que tiene la detective que la hace involucrarse personalmente en la investigación de estos asesinatos poniendo en riesgo su propia vida y la de los suyos es lo que llega a atraparnos en  Killing Eve.

La actriz Sandra Oh en una imagen en la serie

Sorprendentemente la serie va perdiendo interés conforme se desarrolla y sus últimos episodios son los más flojos y quizás surrealistas de la primera temporada pero a pesar de ello, el interés que causan sus dos protagonistas femeninas junto con el de otros personajes secundarios como el interpretado por Fiona Shaw nos hacen querer saber más y ver la evolución de un personaje secundario cuya ironía y pocas palabras hacen que quede mucho por contar de ella, una villana con un comportamiento infantil que no tiene escrúpulos y que rompe con la imagen de la femme fatale, y la de una detective con una forma de ser tremendamente atractiva que enseguida recrea a la maravilla Sandra Oh y cuya psicología resulta enormemente interesante.

Nota: 8/10