Con ironía y realidad en su mismo título, Vida perfecta (Leticia Dolera, 2019) comienza cuando la vida de María cambia repentinamente e inicia una nueva aventura llena de vitalidad, novedades e impulsos que le hacen reflexionar sobre lo distinta que es la vida que tiene ahora de la que imaginó siendo niña. Junto a María están Esther y Cristina, las otras dos mujeres protagonistas que con sus personajes critican respectivamente el rol de la mujer en la sociedad y el fracaso laboral.
Vida perfecta es una miniserie escrita y dirigida por Leticia Dolera que destaca por la interpretación de su reparto principal compuesto por la propia Dolera junto a las actrices Celia Freijeiro y Aixa Villagrán así como por la descripción tan realista que sin estereotipos detalla con total naturalidad los miedos y reflexiones de temas cotidianos y humanos que experimentan las tres mujeres. Llena de colorido y con pequeñas dosis de humor dentro de su trama, cada episodio nos hace empatizar con ellas y nos sentirnos parte de sus vidas, hasta el punto que comprendemos situaciones en las que compatibilizar niños y trabajo, romper con tu pareja o no ser la instagramer de moda se convierten en un problema al que cada uno hace frente a su manera.
Los guionistas Leticia Dolera y Manuel Burque reflejan preocupaciones personales como el embarazo o el mero hecho de perseguir tanto la perfección en nuestras vidas, realidades actuales como las que Lena Dunham reflejó años atrás en Girls (2012). A pesar de que a veces la serie pueda coger un rumbo similar al de Sexo en Nueva York (Darren Star, 1998) y peque de un exceso de sexo en sus episodios, la frescura de Vida perfecta al contar historias reales que reflejan temas como la discapacidad, la amistad o el éxito, nos hace comprender que la serie tiene un tanto de perfección dentro de su imperfección —como ocurre en su propio título—, que es lo que realmente seduce y atrae al mismo tiempo de las vidas de estas tres mujeres tan reales.
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