La primera secuencia de la película El extraño (Watcher, Chloe Okuno, 2022) es muy significativa de lo que está por desarrollarse en la cinta. En ella vemos a una joven pareja que viaja en taxi por la noche camino del nuevo piso al que se mudan y el taxista aprovecha el hecho de que ella no habla rumano para enviarle cumplidos que ella misma no entiende y que le traduce su novio con total aceptación de lo que está pasando. Poco después de entrar al nuevo piso que tiene grandes ventanales, ella descubre que un vecino del edificio de enfrente está observándola desde la ventana.
La brillante interpretación de su protagonista, la actriz Maika Monroe, consigue atraparnos durante todo el metraje en una historia perturbadora e inquietante que a muchas y muchos puede resultar cercana, y que evoca un mensaje claro para una situación que se ha normalizado y no se está tratando de la forma correcta en la sociedad. Influenciada por el cine americano y con detalles que podían haberse cuidado más, como el hecho de que el país escogido en el que gira este tipo de relato sea Rumanía, El extraño plantea la historia de una pareja corriente y concretamente, lo que le sucede a ella en su rutina, con la que la directora consigue mantener la tensión en todo momento, y cuya moraleja se puede extrapolar a la sociedad en general.
⇓ SPOILERS A CONTINUACIÓN ⇓
El extraño sirve como denuncia al acoso y violencia que sufren las mujeres. Un acoso que sigue siendo ignorado, rechazado, subestimado y que no tiende a dársele importancia por el resto de la gente, ya sea pareja, familia, compañeros de trabajo o el resto de personas de nuestro alrededor, una vez que se confiesa o se decide compartir un hecho que de por sí, hace dudar a la propia mujer que lo sufre, y no recibe el respaldo de su gente más o menos cercana. Se quiere restar importancia a que es un hecho normal o una casualidad y no se quiere creer a la mujer. Y ese es el mensaje que recibimos cuando terminamos de ver El extraño, sintiendo el pánico, inseguridad y agobio que sufre la protagonista, ya no solo porque se encuentra en un país distinto al suyo que desconoce y cuyo idioma no domina, sino también por el poco respaldo que tiene allí y el acoso que soporta constantemente.
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