La escuela de la vida (L’école buissonnière, Nicolas Vanier, 2017) narra la historia de un niño que es adoptado por la criada de un conde y cambia la ciudad de París por la vida rural cuando comienza a vivir en una enorme casa en medio de un bosque con su nueva familia. No solo la mujer que le adopta y el cazador furtivo Totoche le cambiarán la vida con el cariño y los consejos que el niño recibe, también descubrirá un mundo desconocido en el que la naturaleza y los animales le enamorarán desde sus primeros días en la villa.

El director francés Nicolas Vanier que siempre habla de los animales y la naturaleza en sus películas, deja a un lado la nieve y el frío invierno para trasladar a sus espectadores a un bosque en el que el verde es el protagonista y el sol siempre brilla para enmarcar un relato literario casi perfecto. La escuela de la vida nos enseña una clase magistral con una narración llena de amor familiar, sabiduría y lecciones de vida que nos atrapan en esta fábula.

Una espléndida fotografía nos transporta a la vida rural que enmarca una historia de humildad, naturaleza y animales que cada vez parece más un sueño ficticio debido a la popularidad que han adquirido las ciudades en las últimas décadas. La escuela de la vida nos muestra la belleza de la naturaleza y a través de una historia de cuento idónea para toda la familia, recuerda al espectador la necesidad de cuidar nuestra flora y fauna.