La actriz Itsaso Arana se estrena en la dirección con un primer largometraje en el que ella es también una de las protagonistas del reparto principal. Las chicas están bien (2023) cuenta la historia de cuatro jóvenes actrices y una escritora que acuden a una casa alejada del ruido y en plena naturaleza para ensayar una obra de teatro, conviviendo juntas en esa tranquila zona durante siete días. La cotidianeidad de la vida que hacen allí será narrada en forma de cuento con ciertas separaciones entre distintos momentos que tienen lugar entre ellas en los que el diálogo, los ensayos y los encuentros diarios serán los protagonistas de esta película. Con unos personajes que utilizan los mismos nombres en la ficción que los suyos propios, al relatar sus experiencias como actrices en algunas de las secuencias de la película, el espectador puede dudar del hecho de que podamos encontrarnos ante un retrato personal en el que ellas describen momentos reales que han vivido como intérpretes o por el contrario, creer que son sus personajes quienes describen y opinan sobre temas relacionados con el séptimo arte.
Durante el tiempo que no están ensayando la obra, ellas disfrutan del tiempo hablando sobre historias personales, reflexiones o preocupaciones. La paz que reside en esa casa situada en medio del campo acompaña al tema del amor que funciona como eje principal y que se une a otras cuestiones como las conversaciones sobre aquellos que se fueron, quienes están por nacer o el mundo del arte. La cámara presta especial atención a los detalles dentro de las acciones y la mirada se sitúa siempre en esos pequeños momentos del día a día mientras notas al piano o a la guitarra hacen que esos ensayos lleguen a ser poéticos. Las chicas están bien se describe desde una narrativa pausada cuya estructura es demasiado libre y sus cortes ciertamente aleatorios. La cinta resalta la belleza del entorno, el placer de valorar las pequeñas cosas de la vida, el vivir dentro de esa tranquilidad o la humanidad que derrochan las distintas relaciones que se crean pero a su vez, cabe destacar que puede llegar a resultar difícil dejarse atrapar por sus relatos y adentrarse en el filme.
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