Estas navidades he tenido un gran regalo: un año de suscripción a Filmin y me he estrenado en la plataforma viendo el largometraje italiano Última noche en Milán (L’ultima notte di Amore, Andrea Di Stefano, 2023), una cinta que relata el día al completo que vive un policía milanés en sus últimas horas de trabajo antes de jubilarse. Con una primera secuencia introductoria muy lograda que recorre a vistas de dron la ciudad de Milán de noche y una canción que refuerza la tensión en la que nos introduce y cuyo resultado nos recuerda a otras cintas como Collateral (Michael Mann, 2004) o Corrupción en Miami (Miami Vice, Michael Mann, 2006), nos adentramos en un thriller policiaco en el que una tragedia tiene lugar en el último día de trabajo del personaje protagonista.

Pese a tener solamente una representación femenina en un personaje secundario que deja mucho que desear, el actor italiano Pierfrancesco Favino lidera esta trama arrastrando al espectador hacia un thriller muy bien realizado que sabe ir aumentando la tensión de la historia con una secuencia frenética en la que el caos se apodera de una situación y la puesta en escena culmina su composición con el buen empleo de luces, música y primeros planos que se centran en las actuaciones del protagonista, creando un interesante momento de intriga. No sólo Michael Mann ha sido una clara inspiración para el director, también las técnicas más características del cine negro con el especial empleo de luces y sonido. La mezcla de luces que resaltan en la oscuridad de los escenarios o el uso de colores claros como el amarillo que vemos a menudo son algunos de los detalles que han sido fundamentales para componer Última noche en Milán, un thriller bien realizado que aunque no es excelente, es entretenido.