Intruso (Foe, Garth Davis, 2024) es la adaptación del libro del escritor canadiense Iain Reid que cuenta la historia de una joven pareja que llevan una vida rutinaria en un futuro que cada vez se parece menos al mundo actual. Los dos acuden a sus respectivos trabajos pese a la falta de seres humanos habitando las zonas rurales y viven en la casa que perteneció a la familia de él, siendo este la quinta generación que la habita. La inesperada llegada de un hombre que les propone un plan que ninguno espera cambiará sus vidas.

La historia se sitúa en medio del oeste en el año 2065, el futuro se caracteriza por la sequía y el calor extremo que azota el mundo y que está haciendo que los seres humanos dejen el mundo rural ante la complicada situación que se vive en esas zonas. A base de colores tostados bastante tenues que crean la composición general y con una admirada fotografía, su trama está centrada en un futuro distópico y se adentra en un thriller que a pesar de ser narrado con una creciente lentitud que parece dar más importancia a lo poético que envuelve toda la historia, reclama al espectador cierta paciencia y calma para comprender los entresijos que tiene el relato y que no defraudarán en su desenlace.

Y es que el misticismo de la historia no es impedimento para que la narración se describa mediante un lenguaje visual bastante literario en el que se reflexiona en sus diálogos sobre temas como la ética, la vida o el miedo a morir. Aunque la narración pueda costar a mitad de metraje, si somos pacientes, nos adentraremos en un mundo que une realismo y ciencia ficción en el que el ser humano no parece haber mejorado mucho con el paso de los años. Si algo bueno tiene Intruso y es por lo que verdaderamente merece la pena ver esta cinta, son las excepcionales actuaciones de su pareja protagonista interpretadas por Saoirse Ronan y Paul Mescal. La buena química entre ambos actores y unas actuaciones repletas de sentimiento, realismo y pasión conseguirán hacernos creer y entender el mensaje de la película.