Con La mujer que camina delante (Woman walks ahead, Susanna White, 2017) volvemos a rememorar las películas del oeste en las que las historias entre tribus indígenas y blancos americanos conforman la trama principal del largometraje. La cinta de Susanna White recuerda a ya míticas películas que tuvieron relevancia hace no tanto años como El último mohicano (The Last of the Mohicans, Michael Mann, 1992), Bailando con lobos (Dance With Wolves, Kevin Costner, 1990) o una más reciente, El nuevo mundo (The New World, Terrence Malick, 2005). La mujer que camina delante se basa en la historia real de Catherine Weldon, una mujer que viajó de Nueva York a Dakota para pintar retratos del pueblo indígena americano, quienes sobrevivían como podían a los continuos castigos, maltratos y matanzas que perpetuaban los hombres blancos americanos hacia los de su raza.
Viajando al pasado a una zona de secano en Dakota del Norte en el año 1890 cuando la sequía acechaba a sus habitantes y además, la hambruna diaria era una constante con la que la raza blanca castigaba a la población Siux, es fácil visualizar el racismo que heredamos los humanos de raza blanca que solamente porque siempre hemos tenido el privilegio de ser la raza predominante, nos hemos creído con derecho de despreciar a quienes no son como nosotros. La película refleja un momento de la historia en que de nuevo, el ser humano vuelve a confirmar que se hace difícil comprender cómo puede haber tantos seres humanos llenos de odio y deseo de venganza perpetuando muertes constantes en el mundo.
Jessica Chastain da vida a Catherine Weldon, la mujer que viajó cientos de kilómetros para pintar a esta comunidad de personas y que se vio implicada en las amenazas, violencia y sufrimiento que la propia comunidad blanca le hizo vivir a ella por apoyar a la población indígena. La historia pasada siempre quiere ser pretexto para seguir matando gente, y no aprendemos a perdonar y vivir en paz entre todos. El largometraje narra un relato de fortaleza con el que vencer al miedo que demuestra el coraje de esta mujer que viajaba sola hacia el peligro. La mujer que camina delante nos da la oportunidad de conocer esta historia dentro de un filme que sin terminar de ser una película portentosa, sí que está bien escrita, realizada e interpretada, y nos recuerda que no solo no aprendemos de la historia, sino que la ignorancia y el odio que posee el ser humano sigue latente por muchos años que pasen y mismas experiencias que vivamos a lo largo de los años.
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