Un breve encuentro en forma de café de madrugada entre un médico de guardia y una mujer que está pasando la noche con una amiga que se encuentra en el hospital llevará a conocerse a dos personas que viven momentos de vida distintos y que volverán a coincidir quince años después de esa primera vez. Los jóvenes amantes (Les jeunes amants, Carine Tardieu, 2021) describe la relación que surge entre una mujer que ahora ya es una arquitecta retirada y un médico de mediana edad a los que la diferencia de edad condiciona su idilio.
La ciudad y el rural se entremezclan en el relato al igual que lo hacen las distintas situaciones de vida que tiene cada uno, pero nada de ello evita la conexión que se crea entre ambos. El cuidado con el que se describe esta historia de amor así como la expresividad que se detalla en toda esa paleta de sentimientos previos al romance que son tan característicos y preceden al inicio y caracterizan el comienzo de una relación son retratados con naturalidad y ternura gracias en su mayor medida a las actuaciones de los actores Fanny Ardant y Melvil Poupaud, cuya química en la gran pantalla es excelente.
Aunque el drama puede querer llegar a quitar territorio al propio romance y que en algún momento pueda llegar a ser más trágico de lo que debería, la atracción y la complicidad de los atractivos protagonistas hará que disfrutemos de su relato. A pesar de que ya hemos visto anteriormente en el cine historias de amor con personas entre los que la diferencia de edad es evidente; ese retrato del cariño, esa atención que su directora hace de los pequeños detalles y esa forma en la que se cuenta la historia hacen de Los jóvenes amantes un largometraje en el que además del amor de una pareja, también se habla de muchos otros temas relevantes que guían y protagonizan nuestras vidas y que nos dejarán momentos para la reflexión y el disfrute.
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