Cartel de Margin Call, película sobre el origen de la crisis financiera de 2008 dirigida por J. C. Chandor

Margin Call, el comienzo de la crisis financiera estadounidense

Antes de Margin Call (J. C. Chandor, 2011) vinieron otras producciones que narraban los inicios de la crisis económica actual como el largometraje Inside Job (Charles Ferguson, 2010) o el drama independiente de John Wells, The Company Men (John Wells, 2010). Sin embargo, Margin Call es una de las primeras películas en contarnos el comienzo de la crisis financiera estadounidense en el año 2008, centrándose principalmente en la historia de un grupo de banqueros. El filme nos muestra cómo estos reaccionaron al enterarse de lo que se avecinaba, nos enseña el mundo en el que se movían y nos relata cómo hicieron frente al golpe que se produjo.

Actuaciones que elevan la historia

Lo maravilloso que tiene esta cinta son las actuaciones de sus protagonistas. El actor Kevin Spacey está sublime y sus escenas con Jeremy Irons son memorables. A pesar de su ritmo en ciertos momentos algo lento, tiene secuencias en las que se te pone la carne de gallina. Como por ejemplo, esas en las que la avaricia de los personajes se hace demasiado evidente en sus personalidades. Trabajadores de un banco que están más que acostumbrados a que el dinero caiga de sus bolsillos y que, se han vuelto egoístas y no piensan en las consecuencias que sus decisiones pueden acarrear.

Los nuevos peones del sistema

Quizás lo más sorprendente son los nuevos trabajadores. Esos jóvenes novatos que empiezan a trabajar en el banco, y que pensamos que pueden ser más cercanos a un ciudadano de a pie. Por el contrario, sorprende que ninguno de ellos dice no a la idea de vender algo que no vale nada,. De esta manera, siguen favoreciendo más al banco, incluso cuando saben que en un futuro cercano, ellos mismos van a ser despedidos—. 

Saber más sobre Margin Call en IMDB.

Podría interesarte el documental Las cinco primeras —puedes leer la reseña aquí—.

⇓ SPOILERS A CONTINUACIÓN ⇓

Es fácil anticiparse al desenlace porque desgraciadamente, conocemos la historia ya que todavía hoy estamos sufriendo las consecuencias, y repitiendo los mismos errores sin haber aprendido nada de los ya sufridos. Aún así, el momento en el que Sam (Kevin Spacey) dimite ante un tranquilo y multimillonario banquero (interpretado por Jeremy Irons), desayunando sin ninguna preocupación pese a saber lo que está ocurriendo, en un rascacielos con unas vistas de infarto como si nada pasara, y que tras un discurso de John (Irons), Sam se de cuenta de que no debe dimitir porque «necesita el dinero». Esta escena pone los pelos de punta.

Tras ver eso tú te preguntas, ¿cómo un rico como él puede necesitar dinero? Y eso lo descubrimos en el escalofriante final. Sam quiere enterrar a su perro (curioso que se le muera el perro en semejante día, ironía pura y dura). Y lo quiere enterrar en la que fue su casa, en su antiguo porche, que ahora tiene su multimillonaria exmujer. Y en ese momento vemos que a Sam no le queda nada, ya no tiene a nadie, ahora está completamente solo porque el único que le daba cariño ha muerto. Necesita el dinero para contrarrestar su falta de cariño y amor.

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