Comienza este largometraje con unos audios que nos ponen los pelos de punta y nos hacen mirar al mar, un mar que es también escenario de gente disfrutando de la playa y de sus aguas. Mediterráneo (Marcel Barrena, 2021) nos sitúa en la ciudad de Barcelona en el año 2015 en el momento en que un socorrista ve la noticia de un niño ahogado a orillas del Mediterráneo que le cambia la vida. Un suceso verdadero que consternó al mundo pero que fue una noticia más, de esas que entran y salen de nuestras vidas y que en cambio, hizo que dos seres humanos pasaran a la acción tras escucharla. Óscar y Gerard decidieron ir a Lesbos para ayudar a los cientos de seres humanos que intentan cruzar diariamente a Grecia en búsqueda de una vida mejor de la que les ofrecen sus países y que en muchas ocasiones, termina con sus muertes en el mar.
La proactividad y coraje de estos dos hombres así como su constancia y tozudez a pesar del mal recibimiento en Grecia define a sus dos protagonistas y nos introduce en un largometraje que se basa en hechos reales y narra las historias de Óscar Camps y Gerard Canals, interpretados magníficamente en la ficción por Eduard Fernández y Dani Rovira. Dos personas que no dudan en saltar al agua para ayudar y poner a salvo a otros seres humanos sin cuestionar nada más que las vidas indefensas de otros a los que el resto dejamos morir en el agua. A ellos se les suma un reducido equipo de personas con el que continuarán día a día salvando vidas y luchando contra esta crisis humanitaria que nuestros políticos y nosotros como ciudadanos estamos viendo y dejamos estar.
Siguiendo la ley del mar en la que entre otras medidas señala que las mujeres y los niños deben salir primero en caso de naufragio y no debe dejarse ningún náufrago en el mar, Camps y su equipo formado por su hija Esther, el gerente de su empresa Nico y el cámara Santi Palacios, interpretados por los actores Anna Castillo, Sergi López y Álex Monner, se dedican a salvar vidas y a plasmar en fotos ese esfuerzo diario respectivamente. Mediterráneo es una cinta necesaria que relata una realidad con un ritmo adecuado y pausado que nos adentra en unas historias conmovedoras que son las vidas de estos seres humanos que arriesgan las suyas ofreciendo solidaridad y luchando por los derechos humanos. El filme nos descubre que en caso de no morir en el mar tras un trayecto largo y agotador, el procedimiento es llevar a estos seres humanos a campos de refugiados como el de Moria.
El largometraje lo conforman historias que nos emocionarán, nos situarán en una realidad que nos pondrá los pies en la tierra y nos harán preguntarnos en qué momento los humanos perdimos la humanidad o si es que nunca la tuvimos. Esta es la historia de lo que después pasó a ser una ONG llamada Open Arms que hoy en día ha salvado más de 60.000 vidas. Camps es su fundador y sorprendentemente, recibe amenazas de muerte semanales por salvar vidas. ¿Acaso tú que estás leyendo esta reseña no te verías obligado a salir de tu país si estuviera en guerra, o si tú y tu familia sufrierais miserias? ¿Te gustaría que actuaran como tú lo estás haciendo ahora?
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