Sin ser una gran fan del cine de Woody Allen, no sé si es la edad o el probar a ver algunas de sus cintas lo que me ha hecho descubrir una maravilla inesperada. Una película que tiene de todo: dosis de comedia continuada gracias principalmente al sarcasmo de su protagonista pero también a la mayoría de personajes que participan en la historia, conexión con la realidad cuando el protagonista utiliza la cámara para contarnos como si estuviéramos junto a él su opinión sobre lo que va sucediendo, así como conexión con la ficción con el desenlace de la historia, mucho entretenimiento que funciona gracias a la fluencia de la trama que en todo momento aporta nuevos líos en las historias, más personajes y diversos temas que entremezclan la opinión tradicional con el pensamiento actual, y un actor protagonista estupendo (Larry David) que parece ser la personificación del propio Allen y que nos atrapa desde su primera secuencia.
Larry David hablando directamente a cámara en una escena de la cinta
La historia es fabulosa: un hombre que la sociedad podría considerar un genio por su forma de hablar, sus conocimientos y su más que experiencia en la vida como profesor de física cuántica conoce a una joven que ha dejado el instituto y se ha escapado de casa para terminar siendo paseante de perros. Sin quererlo, la convivencia entre ellos hará que vaya naciendo un cariño mutuo que irá evolucionando hasta el punto de que ella termina hablando como él y repitiendo sus mismas teorías. Lo que se llama aprendizaje por repetición en educación, aunque no sé si podría llamarse aprendizaje como tal en este caso, o repetición como un loro sin entender el significado de lo que se dice.
Larry David y Evan Rachel Wood en una escena de la cinta
Por si fuera poco y antes de que pueda llegar a aburrirnos esta historia, aparecerán en escena nuevos personajes que continuarán la comedia y el entretenimiento hasta el final sin que el espectador llegue a aburrirse. Con la esencia de Allen en todo momento gracias a sus canciones de jazz o sus inteligentes y magníficas citas de cine, y con un elenco que trata temas cotidianos ya conocidos de otras películas del director, pero que siempre sabe sacar un comentario sarcástico para referirse a la religión, la homosexualidad o la libertad sexual, Si la Cosa Funciona ha sido una sorpresa que me ha fascinado y agradado a partes iguales.
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