Es increíble lo buena que es la serie creada por Chris Carter, Expediente X (The X Files, 1993). Casi treinta años después de su estreno, volver a visionar esta serie de ciencia ficción e intriga sobre dos agentes del FBI encargados del departamento de los Expediente X que investigan sucesos paranormales nos demuestra que con ideas originales, un guión fabuloso y unos personajes muy interesantes comenzó una original y revolucionaria serie en los años 90. Los agentes Dana Scully y Fox Mulder interpretados por los entonces desconocidos actores Gillian Anderson y David Duchovny representan por un lado, lo que seríamos la mayoría de los ciudadanos y por otro, aquellos que por todo lo que han ido leyendo e investigando, creen en lo sobrenatural. Poco a poco, Scully —al igual que los espectadores— irá siendo testigo de aquellas realidades difíciles de creer y comprobará las continuas trabas e impedimentos que sufren al involucrarse en estos casos y cómo les impiden probar lo que van descubriendo.
En esta primera temporada, al agente Mulder se le asignará una compañera de trabajo que aportará el lado científico a los casos e intentará buscar explicaciones basadas en el conocimiento que tiene sobre ciencia. Dana Scully y Fox Mulder hacen un gran equipo y con personalidades, trabajos y formas de ser muy distintas llegarán a tener muy buena química entre ellos —que parece no fue la misma que tuvieron en la vida real por entonces—, pero que sí llegó al espectador que enseguida empatizó con ellos y quedó prendado de la serie. Ese punto de humor que aportan en sus conversaciones tanto Mulder como Scully para romper los momentos dramáticos o esas miradas cómplices entre ellos que pueden durar varios segundos y que dicen tanto sin necesidad de palabras son parte de la buena química de esta pareja de agentes del FBI.
Veinticuatro episodios en los que se narran interesantes historias paranormales en los que a pesar de la dificultad del espectador en llegar a creer historias inexplicables que van más allá de lo normal y cotidiano, la serie consigue que aunque seamos más Scully y queramos creer a Mulder en un inicio, comprendamos cada vez más a Mulder y esa tapadera que hay detrás de él, y podamos llegar a creer algo más de lo que creíamos antes de ver la serie. Política, instituciones, religión, clonación o tecnología son algunos de los temas que se cuestionan en esta primera temporada.
Una imagen de los agentes Scully y Mulder en el primer episodio ‘Pilot’ (Foto: IMDB)
⇓ SPOILERS A CONTINUACIÓN ⇓
Curiosidades de la primera temporada: el fumador sale brevemente en el primer episodio, Garganta Profunda es el título del segundo episodio y nos presenta al personaje protagonista con el mismo nombre, en el séptimo episodio un ordenador mata a gente, en el décimo episodio vemos la primera abducción, en varios episodios de esta temporada vemos a Mulder comiendo pipas, la vida privada de Dana Scully se puede ver en algún episodio con quedadas familiares o citas con hombres, en el episodio decimocuarto el actor Tito Valverde dobla a un personaje secundario, en el episodio decimoséptimo salen por primera vez los amigos de Mulder apodados como «los pistoleros solitarios» y el vigésimo es el primer episodio en el que casi mueren Mulder y Scully. El director adjunto del FBI Walter Skinner sale por primera y única vez esta temporada en el vigésimo episodio acompañado del fumador, la actriz Maggie Wheeler que da vida a Janice en Friends sale en el episodio vigésimo segundo, en la introducción durante toda la temporada no se escucha la voz en off diciendo «la verdad está ahí fuera» hasta los episodios vigésimo tercero y cuarto, y el último episodio se despide por todo lo alto mostrando a humanos con los que se está experimentando y cerrando toda una trama que da pie a una jugosa continuación.
«No acabará mientras hombres como usted decidan lo que es la verdad» – Mulder a Garganta Profunda
(Episodio 17, Temporada 1)
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