Phoebe Waller-Bridge, la creadora de la fantástica serie Killing Eve (2018) —leer reseña pinchando aquí— protagoniza y dirige la serie que emite Prime Video y que se ha convertido en toda una revolución. Fleabag (Phoebe Waller-Bridge, 2016) narra la vida de una joven treintañera que tras la pérdida de su amiga y compañera de trabajo desafía al propio espectador a cuestionar la vida tan irreverente y antisocial que lleva. Con una innovadora estrategia como es el hecho de que la protagonista hable directamente al espectador y se atreva a confesarle sus más íntimos pensamientos, Fleabag se convierte en una serie fresca e inteligente en la que destacan sus fascinantes diálogos —siempre acompañados de la característica ironía de la protagonista—, y las interpretaciones de su elenco principal. ¿Será ese hablar directamente a la cámara lo que hace que no sólo seamos sus confidentes y ella llegue a considerarnos sus amigos sino que nosotros también lleguemos a cogerle cariño y disfrutemos pasando tiempo con ella?

Puede que en un principio el espectador encuentre esos momentos un tanto incómodos y pueda sentir que rompen la atmósfera de la serie, pero al contrario de lo que pueda parecernos al comienzo, es Phoebe Waller-Bridge la que envuelve con su personaje toda la serie y la que nos lleva a empatizar con una vida triste pero que narrada con toques de comedia negra resultan más fáciles de digerir. Es también la química entre los personajes —espectacular el vínculo entre la protagonista y el sacerdote—, y la música que acompaña a ese ritmo frenético de sus breves episodios de aproximadamente veinticinco minutos las que harán que el espectador sienta la necesidad desesperada de querer ver una tercera temporada cuando parece que todos los pronósticos indican que no se llegará a realizar. Aún así, esperemos que aunque pasen tres años como sucedió entre la primera y la segunda temporada, Waller-Bridge decida retomar un ingenioso personaje del que le queda mucho por contar.