¿Por qué una mujer como Phyllis Schlafly luchó para que no se llevara a cabo la enmienda de igualdad de derechos y llegó a hacer campaña para que la E.R.A —siglas en inglés de ‘Equal Rights Amendment’— no llegara a aprobarse? Mrs. America (Dahvi Waller, 2020) pretende responder a esta pregunta relatando la historia de los movimientos llevados a cabo por distintas mujeres en los años 70 en Estados Unidos para aprobar la enmienda de igualdad de derechos entre hombres y mujeres que se vio afectado por la aparición de una mujer conservadora que peleó en contra de que esa enmienda se aprobara.

Basada en eventos reales y con una mezcla de personajes reales como los de la conservadora ama de casa Phyllis Schlafly, la periodista y feminista Gloria Steinem, la líder política Audrey Rowe Colom o la abogada y política Bella Abzug entre otros, y otros ficticios como el interpretado por Sarah Paulson que funciona como el caso perfecto con el que podemos ver la evolución y desarrollo del movimiento en contra del E.R.A. Mrs. America nos recuerda la lucha de tantas mujeres por un cambio en la sociedad americana machista y a su vez también relata la pelea de otras muchas mujeres que fueron en contra de ese movimiento porque creyeron que peligrarían sus situaciones personales actuales si tenían los mismos derechos de los que disfrutaban los hombres.

La serie nos muestra el juego de la política que seguimos teniendo en la actualidad y que desgraciadamente, está repleta de juegos sucios, intereses y dinero que tiene a una gran cantidad de ciudadanos de a pie que funcionan como marionetas para que los políticos consigan lo que quieren. Magníficas actuaciones de todo el elenco cuyo parecido físico es asombroso y una estupenda puesta en escena que nos hace retroceder a la América de los años 70 en la que con una espléndida banda sonora —y fantástica cabecera— con artistas de la talla de Donna Summer, The Temptations, Sly & The Family Stone, Etta James o The Kinks, nos demuestra cómo el ser humano es capaz de mentir e incluso despreciar a quienes tiene a su alrededor, volviéndose un ser egoísta que sólo se mueve por sus intereses personales. Con ello, Mrs. America nos enseña el juego sucio de la política y la necesidad urgente de un cambio de forma de hacer política cuyo propósito sea el beneficio de todos y no solo de una minoría que es quien terminan llevándose los privilegios.

⇓ SPOILERS A CONTINUACIÓN ⇓

Memorable secuencia final que nos deja uno de los mejores desenlaces en la historia de las series de televisión. Una lágrima que apenas se ve tras esa llamada de teléfono tan esperada como insospechada, la cabeza siempre firme, el marido pidiendo la cena y esa mujer activista conservadora que ha luchado durante años oponiéndose a la enmienda de igualdad de derechos a pesar de que ella misma practicaba las ideas de una feminista para conseguir un puesto dentro del gabinete político de un republicano que acaba de rechazarla, se pone el delantal y empieza a pelar manzanas con el ruido de las agujas del reloj marcando los segundos y el silencio más molesto que puede tener en ese momento. A veces la vida te devuelve al sitio por el que tanto tiempo has luchado.