El segundo trabajo como director del actor John Krasinski —un mítico secundario de comedias románticas como The Holiday (Nancy Meyers, 2006), Algo Prestado (Something Borrowed, Luke Greenfield, 2011) o Aloha (Cameron Crowe, 2015)—, pero al que su participación en la excepcional versión americana de la serie de televisión The Office (2015) es la que ha propiciado su fama mundial, es un drama con toques cómicos en la que se relata la historia de una familia que no pasa por su mejor momento. La sinceridad de los personajes y sobre todo, sus peculiares personalidades son las que crean esos momentos cómicos que quieren quitarle peso al drama que caracteriza al relato principal en el largometraje Los Hollar (The Hollars, John Krasinski, 2016).

Con un sentido del humor más inteligente que en la mayoría de películas actuales americanas, esta cinta de cine independiente nos relata una historia cercana con la que llegaremos a empatizar y que combina risas y lágrimas durante todo su metraje. El acierto de Los Hollar recae en un estupendo reparto de actores —entre los que destacan principalmente los miembros de esta familia interpretados por el propio John Krasinski, Margo Martindale, Richard Jenkins y Sharlto Copley—, y un guión que sabe aprovechar los momentos cómicos a pesar de contar con un drama como protagonista. Su moraleja, en la que una vez más se remarca el mítico carpe diem y el valorar lo que tenemos actualmente en nuestras vidas, es lo que esta familia quiere enseñarnos a la vez que nos hacen disfrutar de un buen rato y nos recuerdan un mensaje que de vez en cuando parece que olvidamos.