Silent Night (Camille Griffin, 2021) demuestra que se puede ver una película de Navidad en primavera. Y es que la película de Camille Griffin narra la historia en la que una familia al completo se reúne para cenar juntos en Nochebuena. Sin embargo, más allá de que pensemos que el encuentro es por las típicas reuniones familiares de esa época, el espectador no espera la razón que les une a todos ellos allí esa noche. La música de Michael Bublé trae desde el inicio el espíritu navideño a las historias de los distintos personajes tan peculiares que allí se concentran, y el filme comienza con los viajes en coche de los invitados y la preparación de toda la cena en la gigantesca casa de la familia que les acoge esa noche.

Desde el inicio vemos que las particularidades de las personalidades de tanto los personajes adultos como los niños consiguen hacer que sea una película diferente. Con una banda sonora en la que destaca la música navideña de José Feliciano o la mítica canción que da nombre a la película, y otros temas menos navideños pero reconocibles como la famosa canción de Irene Cara de la película Fama (Fame, Alan Parker, 1980) o la música de Sting, Silent Night utiliza la comedia negra en su historia para narrar un relato trágico que destaca por la inteligencia que desprende el niño protagonista en una noche en la que el propósito es que sea un encuentro centrado en la paz y el amor.

Jugando con las típicas discusiones de las reuniones familiares y esos momentos en los que la felicidad, aunque sea ficticia, es más importante que sea aparentada que los verdaderos sentimientos de las personas/familiares que se reúnen, el largometraje juega con los distintos puntos de vista sobre temas que pueden extrapolarse a la realidad actual para crear interesantes debates. La moraleja de Silent Night es brillante y con la originalidad de su historia consigue mezclar una época festiva con un tema que poco se asemeja a la alegría que se quiere transmitir durante esas fechas. Una película navideña diferente que resulta ser entretenida y a su vez, un soplo de aire fresco dentro del cine típico de esas fechas.