Cuando se está grabando la esperada cuarta temporada de la serie El Ministerio del Tiempo (Javier Olivares, 2015) que es muy probable que forme parte de las mejores series de 2020 tras tres primeras temporadas espectaculares, toca hacer recuento de las mejores series vistas en este 2019 y este año son las siguientes:
Una sitcom que creció siendo una parodia realista del mundo de la política y en la que la primero senadora y después vicepresidenta americana Selina Meyer se rodeaba de asesores en una desesperada medida para intentar realizar puestos de trabajo de los que no estaba formada ni preparada. La ironía, los diálogos y sus excelentes interpretaciones son los puntos fuertes de Veep, una serie que se intentó imitar en España con Javier Cámara a la cabeza de Vota Juan (Juan Cavestany & Diego San José, 2019) pero que no llegó a tener el éxito y el interés de los espectadores como sí ha conseguido la despiadada y engreída Selina Meyer y su séquito.
Tras un regalo navideño que nos hizo Charlie Brooker el pasado 2018 con Bandersnatch, la quinta temporada de Black Mirror vuelve con tres episodios en los que se plantea al espectador una serie de cuestiones sobre el presente que vivimos y el futuro al que nos dirigimos. Los videojuegos del futuro, la dependencia a la tecnología o los posibles efectos de un aparato como Alexa son las críticas que podemos ver en esta última temporada.
Esta tercera temporada de Stranger Things recuerda especialmente a una película de los 90 en la que su trama es compartida en esta serie. The Faculty (Robert Rodriguez, 1998) narraba la historia de unos estudiantes de instituto que debían unirse para enfrentarse a algo que estaba cambiando el comportamiento de la gente de su alrededor. Ciencia ficción y terror dejaban una cinta de entretenimiento que rememoramos ahora en esta nueva temporada de la serie de los hermanos Duffer.
La dificultad que tenía La casa de papel (Álex Pina, 2017) de mejorar dos temporadas que convirtieron a la serie en toda una revolución mundial gracias a la plataforma Netflix podía desesperanzar a muchos espectadores que a pesar de que tenían ganas de volver a ver a la banda reunida, también veían difícil que una trama pudiera convencer y entretener de nuevo a su público cuando su desenlace previo cerraba a la perfección dos temporadas espléndidas. En esta tercera temporada, Madrid se vuelve protagonista de un nuevo atraco, situando la zona de Banco de España y barrios del centro de la capital como Callao en cómplices de las fechorías de unos atracadores que se han convertido en símbolos mundiales de la resistencia, indignación y escepticismo de la población.
Los guionistas Leticia Dolera y Manuel Burque reflejan preocupaciones personales como el embarazo o el mero hecho de perseguir tanto la perfección en nuestras vidas, realidades actuales como las que Lena Dunham reflejó años atrás en Girls (2012). La frescura de Vida perfecta al contar historias reales que reflejan temas como la discapacidad, la amistad o el éxito, nos hace comprender que la serie tiene un tanto de perfección dentro de su imperfección —como ocurre en su propio título—, que es lo que realmente seduce y atrae al mismo tiempo de las vidas de estas tres mujeres tan reales.
Estamos en el año 1929 y el colapso de la bolsa de Wall Street afecta a los negocios de los Peaky Blinders. En esta nueva temporada, el mundo de la política rodea la vida de Tommy Shelby que deja en un segundo plano el negocio de las apuestas. Además, los hermanos Shelby deben afrontar una época complicada en la que el cerebro de la familia sigue derrochando ambición y demostrando su inteligencia a pesar de la depresión y aislamiento que sufre. La última temporada de la serie Peaky Blinders que por el momento parece que finalizará tras dos nuevas temporadas y un largometraje, nos deja seis episodios especialmente oscuros que con altibajos en alguno de ellos pero manteniendo su excelente fotografía y el cuidado en los detalles, sabe recuperar en sus episodios finales la esencia que hizo crecer a esta serie de gángsters que una vez más demuestran ser quienes dominan las calles, los comercios y sobre todo, controlan a los habitantes de Birmingham.
Lo que empezó siendo un mero affaire derivó en sucesivos relatos que se vieron afectados por esa infidelidad y que dieron pie a la narración de las vidas de cada una de esas personas y que, aunque durante la tercera temporada cometió el fallo de centrarse demasiado en el personaje de Noah y hundirse demasiado en su agonía, supo remontar en su cuarta temporada y volver a dividir las tramas en los distintos personajes para crear protagonistas sólidos que tenían mucho que decir —leer reseña pinchando aquí—. The Affair se ha convertido en una propuesta interesante para conocer y comprender mejor las relaciones humanas que sin duda, se va a echar mucho de menos.
Basadas en historias reales que se publicaron en la sección Modern Love del periódico The New York Times y que han sido pinceladas por los creadores de esta serie, Modern Love se ayuda de unas espléndidas localizaciones neoyorquinas que sientan la base y enmarcan a la perfección cada uno de los relatos interpretados por un excelente reparto de actores conocidos como Anne Hathaway, Tina Fey, Catherine Keener, Dev Patel, Andy García, Julia Garner o John Slattery.
Con una innovadora estrategia como es el hecho de que la protagonista hable directamente al espectador y se atreva a confesarle sus más íntimos pensamientos, Fleabag se convierte en una serie fresca e inteligente en la que destacan sus fascinantes diálogos —siempre acompañados de la característica ironía de la protagonista—, y las interpretaciones de su elenco principal. ¿Será ese hablar directamente a la cámara lo que hace que no sólo seamos sus confidentes y ella llegue a considerarnos sus amigos sino que nosotros también lleguemos a cogerle cariño y disfrutemos pasando tiempo con ella?
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