El verano llega y los pueblos de Galicia y Portugal vuelven a ser un año más noticia por la masiva quema de los bosques y animales que allí viven y que obligan a que los bomberos y los propios ciudadanos luchen contra esos fuegos aterradores que no sólo destrozan toda la naturaleza sino que amenazan con destruir sus propias casas. O que arde (Óliver Laxe, 2019) relata una historia de ficción sobre un pirómano que tras salir de prisión vuelve a casa de su madre y la acompaña en su humilde vida cuidando a sus tres vacas y con la compañía de su perra.

Los silencios, la soledad y la naturaleza son los acompañantes de Benedicta cada día. Sus vidas en la Sierra del Ancares lucense nos hacen sentir cómo el rural queda lejos y cómo entre todos estamos haciendo que desaparezca por entre otras cosas, la quema constante de nuestros pueblos. Pocos conocemos la antigua vida rural en pequeños pueblos como tantos hay en Galicia. Sin embargo, viendo esas potas, esa cocina de leña antigua, las casas viejas, las ropas de Benedicta y el hablar de una abuela como ella, no debemos olvidar las vidas de nuestros mayores y por desgracia, nos estamos distanciando demasiado de ellas.

Una imagen de la película O que arde

Óliver Laxe se ayuda de música clásica para acompañar los momentos de más tensión y agonía de la historia. Las imágenes del fuego destrozando todo por su paso con el equipo de bomberos y habitantes de los pueblos intentando conseguir pararlo con escasos medios a su alcance, nos hace sentir la realidad tan sobrecogedora que se vive en tantos pueblos cada verano. La impotencia y el golpe de realidad de O que arde con la maravillosa fotografía que posee y la narración más cercana al estilo documental que al de ficción reflexiona sobre un tema que sigue siendo preocupante y que afecta a la desaparición del medio rural, uno de nuestros mayores tesoros.

Nota: 9/10