Produce mucha satisfacción ver tan buen cine español en los últimos años. Y alegra también ver cada vez a más directoras realizando largometrajes y de mucha calidad. Carla Simón con Verano 1993 (2017), Clara Roquet con Libertad (2021)—leer reseña pinchando aquí— o Alauda Ruiz de Azúa con Cinco Lobitos (2022) son algunas de las directoras que con sus óperas primas han conseguido resaltar con películas notorias. Esta última concretamente puede verse en cines y es un largometraje lleno de realismo que con un guión muy bien pulido consigue tocar distintos temas con los que muchos espectadores se verán reflejados.

La representación tan realista que hace de la maternidad actual cuando ambas partes de la pareja necesitan sus trabajos para poder sobrevivir a fin de mes así como la cara que no se ve de la maternidad están fascinantemente retratadas aquí. El papel de los abuelos, los imprevistos y el cambio de rumbo de la vida que descuadra todo en un momento es también otra de las miradas que su directora ha querido contar. A todo ello se le suma un pequeño reparto que termina de poner la guinda a este pastel con unas excelentes interpretaciones entre las que destaca principalmente la de Laia Costa, con un papel protagonista que lleva las riendas de toda la narración y que borda en todo momento su personaje sin dejar al espectador que se salga del relato, así como las de Susi Sánchez, Ramón Barea y Mikel Bustamante, que con sus personajes consiguen terminar de atraparnos con esta historia tan realista que se siente nuestra.

Un relato sencillo que la convierte sin embargo en una grandiosa cinta, retratando con sutileza dos generaciones distintas pero con el denominador común machista en ambas. Su directora sabe poner especial cuidado en la selección de las escenas que muestra, sabiendo qué situaciones son las que se deben describir y en qué otras se lleva la mirada hacia la protagonista sin caer en banalidades. Cinco lobitos es un retrato de la vida misma, una cinta que reflexiona sobre esos momentos cumbre de la vida que nos hacen parar de este mundo frenético que llevamos para darnos cuenta que independientemente de la etapa y edad que tengamos, la vida es esto y aunque pueda parecernos que no porque tendemos a ver la vida destacando lo que nos falta, «a veces eres feliz y no lo sabes».


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