Con una breve primera temporada —leer reseña completa aquí— , ha vuelto su segunda —que también es bastante corta— a Movistar Plus+ en España. Bellas Artes (2024) vuelve a meternos de lleno en la rutina del director del museo iberoamericano de Madrid, y ofrece una mirada con toques de comedia constantes gracias a su personaje protagonista y a esta sociedad que encontramos en países desarrollados. El actor argentino Oscar Martínez reaparece dando vida a Antonio Dumas, creando el humor más negro e interesante de los seis episodios, y retratando así la vida dentro de los museos con peculiares y extravagantes seres humanos que llamamos artistas, y que habitan en el planeta tierra, —aunque en ocasiones no lo parezca—.

En esta segunda temporada, Ángela Molina, Aixa Villagrán, Koldo Olabarri, Mikel Laskurain y Miguel Garcés le acompañan de cerca, y una mayoría de los personajes se amoldan a los comportamientos estrafalarios de los creadores que vemos en estos episodios. El negocio del arte y la estupidez de la corrección política vuelven a ser retratados en Bellas Artes, una serie que muestra la cara más amarga de la sociedad: una llena de excentricidades y poder de un sector que mueve grandes cantidades de dinero. Y es que, con el pretexto de que es arte, parece que todo está permitido.

Desconocemos cómo es el día a día en los museos de arte por dentro, pero de ser como vemos en esta serie, desde luego, no deben aburrirse. Y aunque no sabemos si Bellas Artes bebe de la realidad de este sector tan elitista y exclusivo, disfrutamos del retrato que se realiza del ser humano, tanto del que está dentro del mundo del arte como del que está fuera de este, con ese tono irónico tan característico. Es curioso que a la segunda temporada le pasa, en mayor medida, lo mismo que a su primera. Y es que, sus primeros episodios son brillantes, y han dejado para la parte final los más flojos en cuanto a humor se refiere. Aún así, merece mucho la pena esta segunda temporada, de la misma manera que lo mereció su primera.